Cuándo se lidia con la deuda, es importante reconocer que hay varios tipos y no todos tienen los mismos resultados. Por ejemplo, endeudarse para la escuela o cosas de negocios o sacar un préstamo para bienes raíces (como una hipoteca) pueden ser consideradas como inversiones que pueden generar mayores ganancias en el futuro. Este tipo de deudas puede ser costoso a corto plazo, pero podría pagarse en si, potencialmente, a largo plazo si es una inversión en un activo tal como la educación o bienes raíces. Sin embargo, la deuda que no invierte en nada es simplemente una carga financiera a corto y largo plazo. Este es el tipo de deuda que debe ser manejada cuidadosamente para evitar que salga fuera de control.
No importa cuanto o que tipo de deuda tienes, es esencial tener un plan de pagos sólido. Dado que el interés agrava con el tiempo, la cantidad que tienes que pagar se puede salir de control muy rápido. Cuando se lidia con la deuda, siempre es mejor pagarla lo más rápido posible.
El Poder de 50
Esta formula financiera te ayuda a pagar tu deuda más rápido. Digamos que tienes $3,000 de deuda con una tasa de interés del 18 porciento. Si haces el pago mensual mínimo de 2 porciento, te tardarás ocho años en terminar de pagar la cuenta – asumiendo que no añades más a la deuda durante ese período de tiempo. Al final de los ocho años habrás pagado $5,760 – casi el doble de los $3,000 iniciales. Si pagas $50 adicionales cada mes, puedes terminar de pagar la deuda en tres años en vez de ocho, ahorrándote $1,800 en interés. En resumen: pagar tu deuda pronto nte ahorra dinero.
La Regla de 28/36
Otra pauta útil es una regla que usan los prestamistas hipotecarios: la regla de 28/36. Esta regla estipula que tus pagos hipotecarios no deben exceder 28 porciento de tu ingreso mensual bruto, mientras tu servicio de deuda total – incluyendo tus pagos hipotecarios, pagos de servicios públicos, tarjetas de crédito y otras préstamos – no deben ser más del 36%. Préstamos para vivienda de organizaciones como FHA, VA o USDA quizá permitan una proporción de deuda al ingreso aun más alta, pero es bueno tomar en cuenta que cuanto mayor sea la proporción, mayor es la probabilidad de que aumente el nivel de estrés financiero.
Tipos de Préstamos